El primer viaje familiar a Francia, uno de los descubrimientos estrella fue las magdalenas. Eran unas magdalenas de bollería industrial, que venían envasadas en bolsitas individuales, que nos parecieron buenísimas a todos y que tenían poco que ver con las magdalenas españolas, básicamente porque los franceses las hacen con mantequilla en lugar de aceite. Ante la imposibilidad de traerme una tonelada de magdalenas, me traje un libro y unos moldes para poder hacerlas caseras cuando quisiéramos. No hace falta decir que salieron muchísimo más ricas que las del super, y que ha sido la receta estrella durante muchos años de nuestra mini chef.
Vale, no son precisamente una receta light apropiada para la operación bikini, pero es el típico dulce fácil de hacer, que gusta a los niños y mayores por igual, y que te resuelve de forma rápida cualquier fiesta o merienda infantil.
La receta por si alguien se anima es:
150 gr. de harina tamizada
125 gr. de mantequilla
150 gr. azúcar
2 huevos grandes
2 cucharadas de leche
1 cucharadita de levadura en polvo
La elaboración es muy simple:
1.- Mezclamos los huevos y el azúcar hasta que quede una pasta blanca homogénea.
2.- Vamos añadiendo la harina, levadura, leche y mantequilla.
3.- Dejamos reposar la masa 30 minutos.
4.- Rellenamos los moldes, horneamos a 220 grados los tres primeros minutos y luego bajamos la temperatura a 180 grados, de 3 a 6 minutos. El tiempo de horneado dependerá si el molde que utilizamos es de madeleines normales o mini madeleines. Si son minis el horneado es mucho más rápido por lo que hay que vigilarlas un poco.
¡Feliz operación burkini!